Ministerios Cielos Abiertos.

El Salvador

marzo 19, 2013

Deja que la paz te guíe.



Colosenses3:15 <<Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.>>
La paz juega el papel de un árbitro, ella es la que nos indica qué debe estar dentro o fuera de nuestra vida.

Muchas personas no disfrutan la paz, porque están fuera de la voluntad de Dios. Ese tipo de personas siguen su propia voluntad, en vez de la voluntad de Dios. Hacen lo que tienen ganas de hacer o lo que piensan que es correcto más bien que seguir la palabra de Dios y ser guiados por la paz que es un fruto del Espíritu.

Muy a menudo aparece algo que queremos hacer, quizá parezca bueno, se sienta bien o incluso puede ser bueno. Sin embargo, si no tienes paz al respecto, debes no hacerlo. Por ejemplo que tal si acabas de sacar del cajero tu salario y mientras vas caminando te topas con una tienda de electrodomésticos y está ahí un televisor. Lo observas y  de pronto se te viene la idea de comprarlo. Entras a la tienda, pasas por el pasillo donde está la TV, pero de pronto otro pensamiento nos dice "No la compres, no es necesario por ahora" y después otro que dice "Es de 32 pulgadas, ¡no puedes perderte esta oferta!" a pesar de las dudas lo terminas comprando. sin embargo en todo el camino a casa te arrepientes de haberlo comprado y no sientes paz en tu corazón. ¿Es malo comprar un televisor? por supuesto que no, pero no era el momento de comprarlo.


Asegúrate de tener paz en todo tipo de decisiones que hagas.Déjate guiar por la paz. No hagas nada si no tienes paz al respecto. No importa cuánto lo desees, te irá mal si te rehusas a ser guiado por el Espíritu Santo. Reflexiona en este Proverbio capítulo 3:6 <<Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto.>>

Nunca disfrutarás de una vida tranquila si desobedeces la dirección de Dios y decides hacer lo que quieras. Si obedeces la dirección de Dios y sigues la paz, serás bendecido.

Hay varias cosas dispuestas a dirigirnos: las personas, el diablo y sus demonios, la carne (nuestro propio cuerpo, mente, voluntades y emociones) y el Espíritu Santo. Hay muchas maneras para dejarnos guiar por Él y una de esas es dejarnos guiar por la paz.

Otro ejemplo de esto puede ser, si tu estás hablando con otra persona y empiezas a sentirte incómodo por dentro, esa incomodidad interna puede ser una señal del Espíritu Santo de que debemos cambiar nuestra conversación o permanecer en silencio. Recuerda no siempre tenemos que saber por qué; sólo necesitamos obedecer la guía del Espíritu Santo para encontrar paz y contentamiento en nuestra vida diaria.

¡Bendiciones!

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