Base Bíblica: Lucas 15:11-31

Si analizamos detenidamente esta parábola nos damos cuenta que ambos hijos están desviados del propósito de Dios, el menor porque vive una vida desenfrenada y el otro por la actitud que toma al final de la historia.
El hijo menor pidió la herencia y se fue a vivir descontroladamente hasta que se acabó todo. Lo mismo pasa con muchos de nosotros Dios nos provee pero no sabemos administrar o cuidar lo que él nos da y lo derrochamos hasta perderlo todo.
El hijo menor al no tener nada y estar emproblemado buscó trabajo, pero este no cubría sus necesidades. Tanta era su necesidad que no le alcanzaba para comprar alimentos y deseaba las algarrobas de los cerdos, pero nadie se las daba.
¿A quién acudes cuando tienes necesidad? ¿En quién has puesto tu confianza? Dejame decirte que las demás personas están tan cargadas con sus problemas que muchos no van a querer encargarse de los tuyos y otras te ayudaran pero sólo por un momento, así mismo pasó con el hijo menor nadie le daba lo que él necesitaba porque estas personas estaban necesitadas también.

Igualmente nosotros debemos reconocer que tenemos erróres y actuamos mal, pero es necesario tener en claro que somos nosotros los que decidimos dejar la casa del padre y no es Él quién te ha sacado de la casa.
Algo muy interesante es que el Padre nunca fue a visitar a su hijo, no porque dejo de amarlo sino porque Dios espera que seamos resposables de las decisiones que tomamos. La única manera de salir del hoyo es regresando a la casa de nuestro padre, allí no hay necesidad, allí lo tenemos todo, es necesario recapacitar sobre la situación en la que nos encontramos, de enfrentarnos a nosotros mismos.
¿Qué estás esperando para regresar a la casa del Padre? La misma parábola nos enseña que Dios lo vió de lejos y fue a su encuentro. No importa lo que hayas hecho Dios ya te perdonó, no esperes más tiempo para ir y presentarte delante del Padre.

En cuanto al hijo mayor que siempre estuvo en la casa, nunca se dio cuenta de lo que tenia en Dios y por eso se volvió amargado. ¿Cuánto tiempo tienes de estar en la casa de Dios? Muchas veces la religión nos hace vivir una vida más cansada y emproblemada, pero Dios quiere que vivamos la vida y la disfrutemos.
¿Qué tipo de hijo eres? Si eres como el hijo menor y vives una vida desenfrenada, confiesa tu pecado y acercate a Dios. Si eres como el mayor Disfruta de la vida y no te vuelvas religioso porque la ley mata.
Bendiciones.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario!