Ministerios Cielos Abiertos.

El Salvador

abril 15, 2013

El amor a pesar de todo



El amor de Dios, no es un amor condicional, que cambiará dependiendo de lo que nosotros hagamos. Su amor no lleva un  “si…” condicional. No es que Dios nos ama si hacemos bien esto, si estudiamos bien, si somos obedientes. El amor de Dios tampoco es “Porque…”. No nos ama porque somos capaces, porque somos fieles, porque tenemos mucho dinero,, porque tenemos salud.


El amor de Dios es “a pesar de…”. Es decir, que es  “AMOR” (punto y final). Dios va más allá de todas las condiciones  y decide por su propia voluntad amarnos. Nosotros recibimos ese amor gracias a la sangre que Jesús vertió en la cruz. No es por nuestra justicia, obras o méritos propios. Recibimos su amor incondicional por la gracia de Jesús al derramar su sangre por nosotros.


Cuando amemos a Dios así, nos sentiremos gozosos de poder asistir a la iglesia para expresarle nuestra gratitud, alabanza y adoración. Debemos enseñar a otros a sentir  amor con un corazón ardiente cuando piensan en Dios, en la iglesia, en los pastores y en la congregación. Y nosotros debemos dar el ejemplo primero.

Dios te ama y te bendice con amor eterno. Recibe el amor de Dios en tu corazón y …¡Ámalo con gratitud y pasión!


[La gracia de Dios que derrama sobre una vida como de cizaña]/ Kang Jun-min

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario!